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- Título:
-
Obras Completas de Gabriel Miró. Vol. 4. El abuelo del rey ; Nómada / prólogo por Augusto Pi Suñer; revisión del texto y notas por P. C. [Pedro Caravia Hevia] - Registro bibliográfico
- Autor:
-
Miró, Gabriel, 1879-1930
- Portal:
-
Gabriel Miró
Visitar sitio web
- Pub. orig.:
- Barcelona, Tipografía Altés, 1933
- Materia:
-
Novela española Siglo 20º
- Fragmentos
'elvira lindo' en la obra
: (20
coincidencias encontradas)
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-
esas farándulas brillantes que pasan a América;
q u i z á se quedase en L a H a b a n a , en algún lindo
-
Carlota, descolgando la hoja de cobre donde
estaba grabado el busto del maestro —. jA mí me
parece muy lindo
-
I
D
espacio, y en coloquio piadoso con el ama
V i r t u d e s , ovillaba doña Elvira la recia
madeja
-
en las redondas
mejillas, luminarias en los ojuelos grises, y pechos
poderosos y movedizos, que doña Elvira
-
—y detúvose doña Elvira, porque
la hebra se había enredado en los pingues pulgares
del ama Virtudes—.
-
Doña Elvira, para mitigarle,
dijo dulcemente:
—¡Si Nuestro Señor se ha acordado de tu mujer
y de tu bija
-
Lo supo a m a V i r t u d e s y lo c o n t ó a d o ñ a
Elvira, que distrajo la lección de los Anales
-
SúpoJo doña Elvira.
-
198
las b a n d a s de su cabello, despidiéndose de su
servicio, porque pasaba al de la señora doña Elvira
-
D e lo cual recibió fiero enojo
doña Elvira. N o , no era posible apiadarse del
pródigo.
-
El torrero de la mujer reumática; doña
Elvira, su hermana, y otras almas de parecido
linaje, ¿qué zumos
-
¡Bastante se lo
avisó doña Elvira y don José, el abogado, y el señor
rector!...
-
N i cómo babía de entrar de esa m a n e r a en casa
de la señora doña Elvira...
-
—preguntó
sonriente doña Elvira.
—¿Y yo decía enjamás? ¡Señor, Señor!
-
A doña Elvira le pasmó grandemente ese ruido.
-
Y doña Elvira vio entrar en la sala a los más
graves y conocidos varones de Jijona.
-
Y doña
Elvira, compungida, plegadas las manos y trémulos
sus labios, musitaba:
— ¡Que entre, sí, señor
-
Doña Elvira y ama Virtudes respiraron.
Llegada la noche, fueron las visitas dejando la
heredad.
-
Doña Elvira puso levemente los labios en el
borde de porcelana, y sorbió.
-
Pág. 249: Línea 18: "ha de operar el milagro" (A).-20: "supieron
para doña Elvira a hostias" (A).-21:
- Formatos:
-
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- Generación de 19141 [Eliminar filtro]
- 1933 1 [Eliminar filtro]
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- Obras Completas de Gabriel Miró. Vol. 4. El abuelo del rey ; Nómada / prólogo por Augusto Pi Suñer; revisión del texto y notas por P. C. [Pedro Caravia Hevia] - Registro bibliográfico
- Autor:
- Miró, Gabriel, 1879-1930
- Portal:
- Gabriel Miró Visitar sitio web
- Pub. orig.:
- Barcelona, Tipografía Altés, 1933
- Materia:
- Novela española Siglo 20º
- Fragmentos 'elvira lindo' en la obra : (20 coincidencias encontradas)
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- esas farándulas brillantes que pasan a América; q u i z á se quedase en L a H a b a n a , en algún lindo
- Carlota, descolgando la hoja de cobre donde estaba grabado el busto del maestro —. jA mí me parece muy lindo
- I D espacio, y en coloquio piadoso con el ama V i r t u d e s , ovillaba doña Elvira la recia madeja
- en las redondas mejillas, luminarias en los ojuelos grises, y pechos poderosos y movedizos, que doña Elvira
- —y detúvose doña Elvira, porque la hebra se había enredado en los pingues pulgares del ama Virtudes—.
- Doña Elvira, para mitigarle, dijo dulcemente: —¡Si Nuestro Señor se ha acordado de tu mujer y de tu bija
- Lo supo a m a V i r t u d e s y lo c o n t ó a d o ñ a Elvira, que distrajo la lección de los Anales
- SúpoJo doña Elvira.
- 198 las b a n d a s de su cabello, despidiéndose de su servicio, porque pasaba al de la señora doña Elvira
- D e lo cual recibió fiero enojo doña Elvira. N o , no era posible apiadarse del pródigo.
- El torrero de la mujer reumática; doña Elvira, su hermana, y otras almas de parecido linaje, ¿qué zumos
- ¡Bastante se lo avisó doña Elvira y don José, el abogado, y el señor rector!...
- N i cómo babía de entrar de esa m a n e r a en casa de la señora doña Elvira...
- —preguntó sonriente doña Elvira. —¿Y yo decía enjamás? ¡Señor, Señor!
- A doña Elvira le pasmó grandemente ese ruido.
- Y doña Elvira vio entrar en la sala a los más graves y conocidos varones de Jijona.
- Y doña Elvira, compungida, plegadas las manos y trémulos sus labios, musitaba: — ¡Que entre, sí, señor
- Doña Elvira y ama Virtudes respiraron. Llegada la noche, fueron las visitas dejando la heredad.
- Doña Elvira puso levemente los labios en el borde de porcelana, y sorbió.
- Pág. 249: Línea 18: "ha de operar el milagro" (A).-20: "supieron para doña Elvira a hostias" (A).-21:
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